Hace más de medio año que terminé mi vida universitaria.
Hace poco más de un mes que finalicé mis prácticas...
Y así me encuentro, lo que llevamos vivido de 2008, como yo digo, de vacaciones indefinidas. Eso si es que se le pueden llamar vacaciones...porque la vida del parado no es la de levantarse a las tantas y sentarse a ver el día pasar. Es levantarse a una hora prudente, que no de la impresion de ser un parásito, desayunar viendo las noticias de la tele, encender el ordenador y hacer la búsqueda rutinaria de todos los dias... Infojobs, infoempleo, laboris, Agencia de Colocación de la UGR, cuentas de correo, ofertas inscritas, etc etc... más un trabajo de "campo" google o páginas amarillas en mano, buscando empresas en las cuales te veas capacitado o que pienses ahí podría estar yo... Irte a la fotocopiadora, sacar CV's, pegarles la foto y entregarlos en empresas. Mandar e-mails a otra serie de ellas, con el CV digitalizado...
Y según pasan los días, vas viendo la realidad. Ves como compañeros tuyos que terminaron toman diversos caminos: los de más expediente, se lanzan a la piscina seca que es España y su dedicación a la investigación, lo que les obligará a migrar hacia oasis extranjeros donde encuentren el reconocimiento que no le supieron dar en su madre patria. Otros prefieren prolongar la agonía del estudio, y se embarcan nuevamente en una segunda carrera, o en un Máster (ahora llamados estudios de post-grado). Otros prefieren invertir tiempo en comprar un décimo de la loteria del Gordo de las oposiciones. Algunos, buscando trabajo, como el que busca agua en un desierto, terminan resignados vendiéndole helados a los esquimales por cuatro duros...
Yo me incliné desde primera hora en la opción de trabajar... sin saber que me introducía en la espiral de la experiencia: las empresas te piden experiencia, si no, no te quieren. Y me pregunto, ¿qué fue antes, el huevo o la gallina?. Si no me dan la oportunidad de trabajar, cómo voy a ganar en experiencia. Un hombre, en una entrevista de trabajo, para ser comercial de algo que ni siquiera tenía que ver con mi carrera me dijo "empieza desde abajo.. vende teléfonos, enciclopedias de puerta a puerta" Genial... es decir, me he pasado 7 años en la universidad para ponerme a vender enciclopedias, al menos serán de Biomedicina... ah!, ¿no? Qué frustración...
Así me véis consultando cursos, formación complementaria, pero algo más light, y cuando parpadeo un par de veces, se me plantan en mi propia casa, a ultima hora de la tarde, dos comerciales trajeados, en plan comercial colega y comercial agresivo, intentando venderme el curso más maravilloso del mundo, que me daría trabajo y me quitaría la hipoteca, por unos irrisorios 2400 euros. En fin... si tan maravilloso es el curso, ¿para qué esas molestias? Un buen producto se vende él solo, si cumple 3 premisas: es llamativo, de buena calidad, y asequible. Cuando el producto flaquea, es donde entra en juego el comercial y su psicología...
No pido que de primeras me den coche de empresa, portátil, móvil, la Blackberry y toda la parafernalia... Solo quiero que me prueben, y si les gusto, que me acepten.
Seguiré informando desde el que por tiempo indefinido, será mi despacho.
Cuando trabajar casi se convierte en un privilegio...
El Poder y la Risa
Hace 5 años
1 comentario:
En realidad, la psicología y el marketing entran en juego mucho antes de aparecer el producto :)
Yo sé que eres bueno. Seguro que ya queda poco de la vida de parado, no te preocupes :)
¡Muak!
Publicar un comentario