No hace mucho leí cierta entrada de un blog que suelo visitar (me permito la licencia de poner el enlace...)
http://gonsaulo.blogspot.com/2008/09/nuevos-propsitos.html ; este hilo me sirve de enlace a lo que os quiero contar esta vez...
Y empiezo por los puntos de inflexión. Llegamos al mes de Septiembre, mes que no sé por qué, en los últimos años siempre ha tenido una carga emocional muy grande para mí (dejando de lado celebraciones varias...). Como carga emocional me refiero a los "palos" con los que la vida te obsequia de vez en cuando, y es que no exageraría al decir que en algunas ocasiones, durante este mes he llorado más que durante el resto del año. Y no es de extrañar que cuando veo aproximarse septiembre, empiece a notar escalofríos por el cuerpo. El tema está en que después de esos palos, que podríamos llamar puntos de inflexión por la transcendencia que tienen en la vida conforme pasan los días, me hacen reflexionar mucho, sacar conclusiones, y replantearme cosas, descartando ideas y tomando otras que descarté en su día... si resulta lioso, pero mi cabeza trabaja muy deprisa y sin descanso. Y cómo no, por diversas circunstancias que me han venido aconteciendo en las últimas semanas, me han hecho replantearme y por ende, reordenar muchos aspectos de mi vida. Ahora contemplo algunas cosas que hace meses creía imposibles, o sí muy difíciles de contemplar. Estoy notando como maduro a marchas forzadas en algunos aspectos de la vida, y ello conlleva a una reordenación casi contínua de tu escala de valores. Los fundamentales (por suerte) no suelen moverse, pero aquellos pequeños detalles que al final marcan la diferencia, son los que van bailando por la lista, de arriba hacia abajo y viceversa.
En fin... seguiremos madurando una semana mas
Y no me cansaré de repetir aquello de
No hay mal que por bien no venga...
