No puedo evitar una sonrisa curiosa cada vez que veo el anuncio de cierta marca de pan de molde. En el spot, literalmente se califica como indescriptible la sensación que produce el comer un pan de molde con la corteza totalmente blanca, como si fuera miga.
Otra marca anuncia otro pan de molde al que directamente le quitan la corteza.
Y yo me pregunto ¿por qué esa cruzada contra la corteza? Quizás a ojos de la mayoría vean esta pregunta como una completa banalidad. Pero para mí no lo es, cuando es la corteza la parte del pan de molde que precisamente más me gusta, por su sabor, por su color, por su aspecto. Todo ello lo hace para mí la parte más deseable de ese alimento, y a la vez, la parte más desagradable para la mayoría de la gente.
Por ejemplo, yo los periódicos los empiezo por detrás. Eso, que por ejemplo puede ser más o menos común en la mayoría de las personas, deja de serlo cuando en vez de un periódico, hablamos de un libro de lectura. No se porqué tengo un irremediable impulso cuando estoy leyendo un libro, de irme a las últimas páginas, al último capítulo, y leerlo someramente.
Por otra parte, los psicólogos demuestran lo previsible que puede ser la mente humana y su ordenación de la información. El ejemplo más típico es: piensa en una herramienta y en un color. La mayoría de las personas habrán pensado en un martillo rojo. Yo, sin embargo, cuando a mí me hicieron el test por primera vez, pensé en un destornillador amarillo; como el 2% que no piensa en el martillo rojo.
Y así podría pasarme horas, pero no es plan de aburrir mucho, solo pretendo poner un ejemplo descriptivo. Mi objetivo en esta reflexión es analizar hasta qué punto soy raro. Hasta qué punto soy diferente, no soy como la mayoría. Raro… otra palabra que me suena tabú. Solemos llamar raro a algo que no es normal, y por ello no es lo que debería ser. Sin embargo, no tiene porqué ser así, hay muchas cosas en las que no se sigue el camino normal y son igualmente válidas. Ahí es donde radica la grandeza de la mente del ser humano. Puede pensar y razonar de forma indepiendiente.
Sin embargo, a veces ver que tu propio comportamiento se sale de la regla, o del camino por el que optan ma mayoría, puede producir cierta incertidumbre, lo que puede conllevar a una inseguridad manifiesta. Esto se produce por no poder comparar, no tener referencias. El ser humano tiende a basarse en patrones que utiliza de forma continua en su vida cotidiana. Estos patrones son los que nos hacen dirimir entre lo que está bien y lo que está mal en muchas ocasiones.
Pienso que sería muy aburrido tener una vida basada en patrones ya prefijados. Esto significaría que cada acto, cada pensamiento, cada cosa que hacemos, anteriormente también se llevó a cabo y se analizó.
Investigar por caminos aún no explorados nos darán esa incertidumbre muchas veces necesaria en nuestras vidas
El Poder y la Risa
Hace 5 años
3 comentarios:
Cierto es que actuar como robots, con un patron de comportamiento fijo es aburrido; pero es seguro. La estabilidad y la felicidad (y la tristeza) no son compatibles. O jugamos sobre seguro, o nos jugamos la estabilidad emocional. Hay quién decide apostar, hay quién se retira de la mesa con lo ganado.
Un saludo Myke!
Pues... Si. todo lo que hacemos nos lo ha enseñado la estructura. pero aun asi es bonito a veces pensar que actuamos por nosotros mismos.
Yo pienso, que si. que efectivamente es muy seguro emocionalmente saberlo todo y controlarlo todo. pero nos perdemos cosas. buenas casi siempre.
No eres raro, jeje. Tu mismo has demostrado con el destornillador amarillo que estás dentro de lo normal, tirando para los "apartaillos". yo pense en el martillo rojo.
Por ultimo... todo es ponerse a buscar algo que no este ya investigado. puedes hacer una tesis, jeje.
Un besico!
La gente y sus rarezas... Al fin y al cbo, son las que nos hacen únicos no? Son nuestro signo distintivo. Todo aquello que hacemos distinto, nos distingue de los demás...
Yo, en la herramienta pensé en la típica llave inglesa!!!
Rarezas mias:
- No dormir JAMÁS con la puerta del armario abierto.
- No dejar nunca unas tijeras abiertas.
- Mirar el final de los libros!!
- Pintarme primero los labios, después el resto.
- No coger el primer producto de una estanteria en el supermercado.
En fin...
Besitos!
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