martes, 6 de enero de 2009

Los propósitos

Hace 6 días que cambiamos de año. Como siempre en fechas señaladas, y en esta en particular, se formulan muchos propósitos de enmienda sobre nuestra vida. Estos propósitos básicamente nos sirven para sentirnos mejores personas, para con los demás como con nosotros mismos. Las bases son distintas, los propósitos requieren distintos niveles de esfuerzo, pero el fin viene a ser el mismo.
La explicación de porqué hacemos esto un 1 de enero y no un 16 de mayo, por ejemplo, puede tener una explicación muy sencilla. Nuestra vida es un ciclo que se descompone en múltiples ciclos, que a su vez son suma de otros ciclos. Nuestra obsesión constante por el tiempo nos hace marcarnos metas y acotar nuestras vidas. Así mismo esto se puede complementar por nuestra costumbre de cerrar para abrir. Y aprovechamos ese cambio de tramo para analizar a la salida nuestro paso para intentar mejorar el camino en el siguiente. Pero como los tramos son distintos en duración distancia y lo que nos depara, solemos seguir encontrándonos con dificultades y tropezones. Estos en consecuencia de problemas nuevos o propósitos inalcanzables o imposibles.
Esto ocurre análogamente a cuando se quiere subir una escalera. La forma más fiable, y menos dolorosa es subirla peldaño a peldaño. Sin embargo, si decidimos mirar más arriba y alargar las piernas, podremos subir escalones de dos en dos o en tres. Pero esto conlleva un riesgo, podemos tropezar, hacernos daño, empujar a otros o vivir demasiado deprisa.

Si le preguntas a un atleta que suba el Empire State, te dirá que sube escalón a escalón, con ritmo. Es como mejor se puede afrontar. Quizás con los propósitos pase igual. Si los que nos marcamos son modestos, reales, los podremos conseguir, y estos nos motivarán para otros nuevos; no caeremos en el autoengaño. Si por contra alzamos demasiado la vista, más allá de lo que nuestras piernas alcancen, tropezaremos; nos haremos daño y no avanzaremos.

La montaña alta es fácil de escalar si aguardas con misterio la intriga de su cima.

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